En entradas anteriores ya os habíamos hablado de las Smart Cities, las llamadas ciudades inteligentes, basadas en el uso óptimo de sus propios recursos energéticos con el menor impacto posible en su entorno. Cualquier ciudad “inteligente” que se precie sueña con disponer de una red eléctrica igual de “lista” que ella y esa red tiene un nombre muy similar, Smart Grid. No, no es ciencia ficción, es una nueva forma de pensar las redes eléctricas, que poco a poco empieza a hacerse realidad. Os explicamos de qué va.
¿Qué son?
Las redes eléctricas actuales no han cambiado nada desde que nacieron, a finales del siglo XIX y ya sabemos que en esta vida hay que renovarse o morir. Teniendo en cuenta lo rápido que están evolucionando otros sistemas, el proceso de generación, distribución y facturación de la luz necesita algo más que un lavado de cara y de ahí nacen las Redes Eléctricas Inteligentes o Smart Grids como se denominan en inglés.
Se basan en una forma de gestión eficiente de la electricidad que utiliza la tecnología informática para optimizar la producción y la distribución de electricidad, con el fin de equilibrar mejor la oferta y la demanda entre productores y consumidores y mejorar la seguridad y calidad del suministro de acuerdo a los requisitos de la era digital.
¿Qué ventajas tienen?
De cara al consumidor, se podría lograr un ahorro energético significativo, lo que equivale a pagar menos en la factura de la luz, es decir, muy buenas noticias. Esto se conseguiría gracias a la aplicación de nuevas tecnologías que nos ayudarían a realizar un consumo más eficiente. Sistemas capaces de apagar los aparatos que no estemos utilizando automáticamente, de informarnos en todo momento del consumo eléctrico que estamos haciendo, de detectar lo que más consume para que intentemos reducir u optimizar su uso…¿Os lo imagináis?
Sus defensores también aseguran que estas nuevas redes reducirían las emisiones de dióxido de carbono (CO2) hasta en un 15% y combatirían el cambio climático sustituyendo los combustibles fósiles por energías renovables que se integrarían en la propia red. Es decir, las placas solares y demás sistemas basados en estas energías dejarían de ser la alternativa para convertirse en protagonistas del suministro eléctrico.
Muchas de las soluciones actuales relacionadas con las Smart Grids vienen de la mano de grandes compañías relacionadas con las propias empresas del sector eléctrico y la monitorización y control de los sistemas. Aun así, otro tipo de iniciativas relacionadas con el tema, como la que llevan a cabo en del Instituto de Ingeniería Eléctrica y Electrónica (IEEE), organismo internacional sin ánimo de lucro, suben con fuerza.
Hay diferentes proyectos sobre la mesa y poco a poco se van desarrollando las infraestructuras necesarias para convertirlos en realidad en un futuro no muy lejano.
Esperamos que ya estéis un poco más familiarizados con el tema y os dejamos con una pequeña reflexión: siguiendo a este ritmo de evolución…¿llegará un momento en el que lo menos inteligente de una ciudad seamos nosotros?
Sea como sea seguiremos muy pendientes de estos temas, el futuro está a la vuelta de la esquina :)
Y mientras llegamos a ese futuro idílico, en este vídeo te explicamos poco más de un minuto cómo funciona a día de hoy el sector energético:
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