Crear con luz: dibujar, pintar y esculpir en 3D
El primero al que se le ocurrió moldear el barro y hacer figuras con él debió convertirse en uno de los líderes de su tribu. El mismo éxito debió tener aquel que empezó a mezclar polvitos con pigmentos de colores con sustancias grasas y a “pasearlos” por una superficie en blanco, creando dibujos. Ellos sentaron las bases de los materiales que se han usado en el mundo del arte desde hace siglos. ¿Crees que con la luz pasará lo mismo? ¿No entiendes la conexión? Pues aquí te traemos 3 ejemplos en que la luz se pone al servicio de la expresión plástica.
Una impresora 3D con luz
Tal cual. Vale, lo sé, voy a tener que dar alguna explicación más, ya que sólo viendo cómo trabaja el “bicho” en cuestión no se entiende del todo el concepto…
Como ves parece magia y resulta difícil entender qué está pasando realmente pero no hay fuerzas ocultas de por medio sino una tecnología llamada Direct Light Processing (DLP). Consiste en proyectar luz sobre resina líquida que luego se solidifica creando pequeños objetos (de15 x 7,5 x 2,5) en apenas 6 minutos.
Ya existían impresoras 3D similares pero la novedad de ésta,
de la empresa australiana Gizmo3D es que en lugar de aplicar capas de luz como otras, utiliza un haz contínuo. De esta forma se consiguen objetos más compactos y duraderos y se crean con mayor rapidez.
Se espera que esta pequeña maravilla llegue a Kickstarter en breve… ¿Vamos preparando la cartera?
Dibujar con luz en una foto
Otro ejemplo de creación artística a partir de la luz, esta vez bastante más asequible. Se trata de una técnica fotográfica llamada lightpainting (literalmente, “pintar con luz”) .
Se basa en utilizar tiempos de exposición muy largos (es decir, dejar la cámara apoyada en un trípode o similar con el diafragma abierto un buen rato) en interiores oscuros o exteriores nocturnos y “dibujar” lo que queramos en el aire, con un mechero, una linterna o cualquier otra cosa manejable que emita luz. Con esto se consigue captar lo que el ojo ve, de forma que la estela del objeto luminoso en movimiento queda plasmada en la foto.
Se pueden conseguir resultados como el de la foto que encabeza este post (o al menos, se puede intentar :) ).
Pintura y maquillaje luminescente
Acabamos con la más sencilla de las tres (y posiblemente la más divertida). En este caso la luz es el personaje secundario. Necesitamos pintura o maquillaje luminescente, que brille en la oscuridad y/o bajo luz negra (oséase, la de la disco de toda la vida).
El resto corre a cargo de la imaginación de cada uno a la hora de pintarse la cara o el cuerpo o para dejar el salón hecho un Pollock…y que parezca un accidente.
Seguro que nos dejamos más usos artísticos de la luz pero con alguno de estos puedes ir experimentando ya mismo, aprovechando los días festivos. ¿Te atreves?