La luz es mucho más que un recurso natural. También es una herramienta de creación. Hoy descubrimos qué sucede cuando el arte se viste de luz.
Acelerada y estroboscópica en las discotecas, suntuosa y grandilocuente en Las Vegas o cálida y atmosférica sobre un escenario. La luz prende multitud de formas, según su aplicación, sea o no creativa. Por eso muchos artistas han utilizado la luz para expresarse, aprovechando su infinitud de posibilidades de experimentación con colores y formas. Hoy os contamos algunos de los espectáculos lumínicos más innovadores e ingeniosos.
LED’s dance!
Si el baile nos hipnotiza, imagínate que a las coreografías y acrobacias le sumas unos trajes de luces Led. Esta práctica se hizo muy popular después de que el grupo Light Balance hiciera una increíble performance de tecnología, arte y luz en el programa de televisión “America’s Got Talent”, dejando a los jueces impresionados. Desde entonces han surgido varios grupos de bailarines que hibridan la danza con la iluminación Led: una forma innovadora de llevar la danza a otro nivel.
Vídeo-mapping: más allá de la fachada
El vídeo-mapping es una técnica visual que consiste en proyectar imágenes sobre superficies reales por ejemplo en edificios, paredes o techos. La luz genera efectos de movimiento 3D creando un espectáculo audiovisual mágico acompañado de música. El secreto para crear un vídeo-mapping muy vívido es saber utilizar la luz para crear perspectivas, texturas y colores. Esta técnica es ya muy popular en eventos de gran formato y se está usando incluso en museos o sitios históricos con fines pedagógicos.
Arte lumínico
Seguramente habrás comprobado que la iluminación es crucial en las galerías de arte. Pero, ¿y si la iluminación fuera la propia obra artística? Dan Flavin, James Turrell, Paul Friedlander o Daniel Canongar son algunos artistas que han creado obras de arte lumínicas. Pero si hay uno que destaca en especial es el danés, Olafur Eliasson. Este artista utiliza la luz para dar un mensaje a favor del planeta y ha participado en numerosos proyectos sin ánimo de lucro. En su exhibición “The Weather Project” transformó un enorme hall de museo en un solárium, haciendo experimentar al visitante la urgencia ecológica. También participó en un proyecto llamado “Little Sun” que llevaba pequeñas lámparas solares portátiles a personas sin suministro eléctrico. Sus exhibiciones expresan la necesidad de luchar contra el cambio climático y las desigualdades sociales, y por eso nos gusta tanto.
En Holaluz no creamos arte, pero sí revoluciones como la de transformar cada m2 de tejado en una fuente inagotable de energía renovable. Y para todo el mundo.
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