5 principios Zen para ahorrar energía estas vacaciones
Normalmente te hablamos de ahorrar energía eléctrica porque sabemos que es la que más te preocupa… pero no hay que olvidar la energía vital. Hoy, de la mano de la sabiduría Zen, te traemos algunos consejos para que no malgastes tu otra energía ;)
Oh, ¡el verano! ¡Las vacaciones! La mejor época del año, decían. Por lo general está muy bien pero… esos “Aquí, sufriendo” con imágenes idílicas en redes sociales pueden esconder un sufrimiento real. Admitámoslo: hay ciertas situaciones veraniegas que desgastan a cualquiera. Para evitar que te quiten demasiada energía, te invitamos a seguir estos consejos de ahorro basados en 5 principios de la sabiduría Zen. ¡Arriba esos chakras!
Desarrollemos estos conceptos:
Vive aquí y ahora
Dicen que la energía más barata es la que no se consume. El Zen sabe mucho de este tipo de ahorro y uno de sus principios fundamentales tiene mucho que ver con ello.
¿De qué te sirve “consumirte” pensando en la vuelta de las vacaciones? Dedicar tiempo a eso mientras se supone que deberías estar disfrutando a tope, viviendo el momento y gritando “¡carpe diem!” como si no hubiera un mañana es como dejarse la nevera abierta: la energía se escapa y no se usa para lo realmente importante, mantener la comida fresca; o lo que es lo mismo, concentrar tu energía en disfrutar aquí y ahora.
Para visibilizar este mal común, hemos calculado la energía que te quita cada uno de los inputs desmotivadores que te hacen pensar en LA VUELTA:
- Ver el anuncio de “La vuelta al cole” del Corte Inglés: 430kWh
- Escuchar “El final del verano” de El Dúo Dinámico: 750 kWh
- Decir la palabra “despertador”: (dato indeterminado)
No te opongas a la corriente de la vida, fluye con ella
O lo que es lo mismo, no intentes oponerte a un atasco. La corriente de la vida, en este caso, suele llevar a los seres humanos a las mismas playas, en los mismos días de agosto, más o menos a las mismas horas. Y eso desemboca en un río de coches parados, muchas veces en mitad de la nada y bajo un sol de (in)justicia, teniendo que elegir entre pasar calor o llevar al límite la batería.
Cuando eso suceda, no podrás fluir mucho en sentido literal pero sí en el figurado. Saca partido de la situación y aprovecha la energía calorífica del sol cayendo a plomo sobre tu bólido para alguna de estas actividades, dependiendo de tu ubicación:
- Madrid: hazte unos huevos fritos en el capó a lo “Casa Lucio”.
- Barcelona: móntate una sauna.
- Córdoba: pack huevos fritos + sauna (seca) + funde metales y monta un taller de orfebrería en mitad del atasco.
Presta atención a todo lo que haces
El Zen nos enseña a estar presentes y a tomar plena consciencia de nuestros actos. Eso en vacaciones significa que muchas de nuestras actividades tienen lugar mientras el sol cae implacable sobre nuestras cabezas… y sobre nuestras pantorrillas.
Una zona tan específica como olvidada a la que no solemos prestar atención cuando nos tiramos al sol a tomar plena consciencia de nuestra siesta, de este libro tan interesante o de ese crucigrama imposible. Por eso, prestar atención a todo significa a TODO.
Hemos calculado por ti las probabilidades de que ese u otros contratiempos estropeen tu momento al sol, para que puedas mantenerlos a raya sin malgastar energía con lamentos a posteriori:
- Pantorrillas sin crema 40%
- Decibelios de tus vecinos de toalla.30%
- Cercanía excesiva al borde de la piscina 15%
- Sombrilla mal clavada 10%
- Sandía enterrada en la orilla y no señalizada 5%
Sé honesto contigo mismo/a y con los demás
Nadie es perfecto, hay pocas verdades más universales que esa. Aun así es habitual que perdamos tiempo y energía en excusarnos, en dar mil vueltas para no afrontar ciertas reponsabilidades… El Zen nos dice que ser honestx con unx mismx y por extensión con los demás, tiene premio.
Con tanta actividad, en verano se multiplican este tipo de situaciones y tanta culpa nos puede dar algún que otro sofoco. Aquí tienes algunas verdades que a diferencia de las excusas, te ayudarán a bajar la temperatura:
- “El vuelo salió más caro porque reservé hace una semana”.
- “Le he puesto un ajo de más al gazpacho”.
- “Se me olvidó meter el agua en la nevera”.
- “No le dejé las llaves a la vecina. Puede que las plantas mueran”.
Aprende a soltar
Te ha costado mcuho conseguir el último blister de sandía cortada y fresquita del súper. Es “tu tesoro”, que diría aquel, algo de lo que te costaría horrores desprenderte.
Sin embargo, si al mismo tiempo una ancianita acalorada llega a la nevera al mismo tiempo y ves que la has dejado sin tan preciado manjar… probablemente el alma se te caería a los pies. Una parte de ti querría luchar por lo que es tuyo pero el Zen sostiene que lo mejor en esta situación es aprender a soltar. La energía que hubiéramos invertido en forcejear con esa pobre señora (y que hemos ahorrado) volverá a nosotros en positivo. Así lo demuestra este conversor de karma:
- Ceder el último blister de sandía cortada a una ancianita = Que te toque la cola más rápida en el súper.
- Dejar tus palas de playa de competición a los niños = Todas las siestas del verano en silencio.
- Renunciar a la primera línea de hamacas de la playa = Inmunidad absoluta a los mosquitos.
Y hasta aquí los esenciales para pasar un verano de lujo ahorrando energía y en armonía con el cosmos. Que lo disfrutes, ¡Námaste! :)