Cómo comparar compañías eléctricas
A lo largo del día recibimos muchas consultas sobre temas muy variados, (en contadas ocasiones sobre la fugacidad de la vida o sobre las propiedades del té, pero casi siempre sobre electricidad), aunque hay un “tema estrella” que se desmarca del resto. Este es, sin duda, la comparativa entre nuestra compañía y la que tiene cada usuario. ¿Cuánto me ahorraré con vosotros? ¿Sois mejores que mi compañía actual? Damos respuesta a estas dudas genéricas con una explicación muy concreta.
Tener claro el punto de partida
Si dos personas usan una misma crema hidratante, el resultado en ambas puede ser muy diferente, dependiendo del tipo de piel de ambas. Con las compañías eléctricas pasa más o menos lo mismo: el ahorro y el resto de ventajas dependerá en gran medida de lo que pagues y de las condiciones que tengas en tu compañía actual.
Es más, no sólo hay que comparar compañías “en abstracto” sino las tarifas o tipos de contrato concretos, que pueden ser varias dentro de una misma comercializadora eléctrica. En nuestro caso, por ejemplo, actualmente ofrecemos dos tipos de pago: el pago plano (no confundir con tarifa plana) con pre-pago y la facturación habitual con post-pago.
Volviendo a la comparativa, si empiezas por el precio, primero debes asegurarte de que comparas precios del mismo periodo de facturación. Así que lo primero que debes hacer es:
A – Si comparas precios de otra compañía con una factura de la luz de tu compañía actual, asegúrate de que los precios están actualizados.
B – En caso de que no sea así, o consultas tu precio actual en la web de tu compañía, localizando tu tarifa, o bien esperas a la próxima factura.
Una vez tengas precios vigentes de ambas compañías para tu misma tarifa, tienes dos precios que comparar:
1 -El de potencia (precio por kW de potencia contratada, el “fijo”).
2- Y el de energía (precio por kWh consumido, el consumo , la parte variable de la factura). El que más puede variar es éste, aquí suele estar la gran diferencia.
Lo segundo que debes tener en cuenta en tema precio son los posibles servicios añadidos (mantenimiento y similares) o descuentos trampa, que a veces esconden permanencias. Nosotros no somos partidarios ni de unos ni de otros, preferimos ofrecer el precio más justo, sin más.
Aquí encontrarás varios de estos puntos negros que nosotros hemos llamado “mentiras de gigantes”, cuidado con ellos.
No es precio todo lo que reluce
Está claro que el principal motivo para cambiar de comercializadora es el precio, pero no debería ser el único. De hecho te diríamos que desconfíes de quienes te ofrezcan única y exclusivamente ahorro. Probablemente quiera decir que entre sus prioridades no está la de cuidar a sus clientes.
Una atención al cliente cercana y eficaz, sin números de pago abusivos, con personas que te hablan en un lenguaje que entiendes, un tipo de facturación que te permita controlar tu gasto mes a mes, sin sorpresas, el hecho de que te ofrezcan energía verde…
Estas y otras ventajas pueden ser suficientes para animarte a cambiar, además o al margen del precio. Porque si por el mismo precio vas a conseguir un mejor servicio, estás cambiando a mejor, ¿No te parece?