¿Cuánto consumen los calentadores eléctricos?
En Holaluz te contamos todos los secretos y trucos para ahorrar en tu factura de la luz. Hoy, ¡todo sobre el calentador o termo eléctrico!
Los calentadores eléctricos o termos eléctricos prometen hacernos la vida más sencilla y agradable pero si no les echamos un ojo pueden convertirse en uno de nuestros peores enemigos a la hora de ahorrar dinero y energía. Saber cuáles son sus ventajas e inconvenientes y cómo sacarles el máximo partido puede ser información privilegiada.
¿Cómo funcionan los calentadores eléctricos?
Los calentadores o termos eléctricos calientan el agua mediante una sonda que detecta cuando su temperatura baja de unos pocos grados, algo que provoca que se pongan en marcha de forma muy frecuente y sin que nosotros podamos controlarlo.
No obstante, este “descontrol” tiene una ventaja principal, el hecho de que la reserva de agua caliente sea permanente y que podamos disponer de ella de forma inmediata y constante, una de las diferencias más importantes respecto a los calentadores de gas.
Evidentemente, no todo es color de rosa en el mundo del calor generado por electricidad, ya que partimos de que el termo eléctrico es más costoso que otros sistemas, pero aún así se convierte en una opción mucho más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
¿Cómo consumen los calentadores eléctricos o termos eléctricos?
Este tipo de calentadores o termos eléctricos son el ejemplo perfecto para demostrar que aquello de que se consume más energía eléctrica apagando y encendiendo un aparato que teniéndolo en funcionamiento continuamente es una leyenda urbana de las gordas.
Os daremos un dato lapidario: el consumo continuo en los termos eléctricos supone un aumento en más del 50% de la energía empleada durante un consumo discontinuo. La explicación es bastante sencilla. Debemos tener en cuenta que para calentar la cantidad de agua que vamos a necesitar en un momento dado se necesita un tiempo determinado y ser conscientes de las horas que esta puede mantenerse caliente dentro de nuestro termo, que gracias a su sistema de aislamiento seguro que son bastantes. Realizando un consumo solo cuando se necesita se consigue utilizar la energía durante el tiempo necesario para calentar el agua y ahorrar electricidad aprovechando el calor residual.
Además de esto hemos de saber que para instalar un termo eléctrico debemos contar con una potencia contratada de un mínimo de 6 kW, más el resto que precise la instalación, que puede subir hasta los 10 kW aproximadamente. Este dato también tiene consecuencias directas en nuestra factura de la luz, y aunque no podremos evitarlas, si podemos respaldarlas echándole un poco de cabeza a lo demás.
¿Cómo podemos mejorar su funcionamiento?
A pesar de estas desventajas, a los calentadores o los termos eléctricos no los carga el diablo y podemos conseguir disfrutar de las cosas buenas que nos ofrecen de una forma un poco más sostenible si tomamos una serie de medidas que nos ayudarán a ahorrar en la factura de la luz.
Una de las más asequibles sería hacernos con un reloj temporizador, que podemos encontrar en ferreterías o grandes superficies por unos 15 euros e incorporarlo a nuestro termo. Este aparato nos permitirá programar las horas a las que queremos que se encienda el calentador, pudiendo regular su consumo limitándolo a las franjas horarias que más nos interesen. Una versión 2.0 y por lo tanto bastante más costosa económicamente sería adquirir un termo de última generación con programador digital.
Como veis, disfrutar de las ventajas que nos proporcionan los termos eléctricos no tiene porque ser muchísimo menos sostenible o económico que otros sistemas. El truco está en fijarnos si se adapta a nuestro consumo a la vez que nosotros adaptamos al aparato nuestra forma de consumir.
Como siempre, el consumo responsable es nuestro mejor aliado para ahorrar electricidad y dinero, ¡pongámoslo en práctica!
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