Ecoaldeas. 3 pueblos muy verdes
No, no vamos a hablaros lugares en los que abundan los aficionados a contar chistes de dudoso gusto , sino de pueblos verdes de verdad, pensados para serlo. Las que vamos a ver hoy se llaman ecoaldeas, son autosuficientes y se basan en utilizar la eficiencia energética para TODO.
Un laboratorio llevado a las calles
Las ecoaldeas están pensadas como pequeños laboratorios de lo que algún día se pretende que sean las Smart Cities, es decir, las ciudades inteligentes, con sistemas que les permitan ser autosuficientes y aprovechar al máximo la energía que producen.
Estas pruebas a pequeña escala agrupan varias comunidades que se enfrentan a un gran reto: hacer que su uso de energías renovables sea suficiente como para responder a la demanda total de sus vecinos, de forma que no sea necesario recurrir a la red eléctrica convencional.
Este es el objetivo de Origin (Orchestration of Renewable Integrated Generation in Neighbourhoods), un proyecto europeo impulsado por la Universidad Heriot-Watt de Edimburgo.
¿Y qué proponen para conseguirlo? Pues un sistema de información y comunicación que permita a los consumidores prever la disponibilidad de energía a base de conocer sus propios hábitos de consumo.
Para ello han empezado por tres ecoaldeas en las que trabajan con tres energías renovables diferentes y que se encuentran en 3 climas y entornos geográficos muy distintos:
- Findhorn, al norte de Escocia, que funciona sobre todo con energía eólica.
- Damanhur, en los Alpes italianos y rodeada de bosques cuyos residuos madereros se aprovechan para producir bioenergía.
- Tamera, al sur de Portugal, que es conocida por su estilo de vida alternativo y por utilizar de forma muy generalizada la energía solar.
Patrones de consumo para conseguir ahorro
La idea es partir de pueblos que ya utilizaban este tipo de energías para convertirlas en lugares 100% sostenibles con un arma muy poderosa: la información.
El secreto está en establecer patrones de consumo que sirvan de orientación a los usuarios, de forma que puedan utilizarlos para aprovechar al máximo los picos de energía y así hacer frente a la totalidad de la demanda.
Parece muy complejo pero lo mejor es que lo simplifican en un sistema que muestra la información vía web y a través de dispositivos móviles, informando de:
- La disponibilidad de energía verde en cada momento.
- La distribución del gasto energético del usuario.
- La previsión meteorológica.
- El ahorro económico y ecológico que supone utilizar la energía disponible en ese momento.
En resumen, los vecinos de estos pueblos van a poder saber con un solo vistazo al móvil o al ordenador a qué hora es mejor poner la lavadora, por ejemplo.
Si toda esta complejidad de cálculos e información se consigue manejar de una forma tan sencilla para 3 pueblos…¿Podríamos ver el milagro trasladado a grandes ciudades? ¡Esperamos que así sea!