Los engaños más frecuentes de las compañías eléctricas

Los engaños más frecuentes de las compañías eléctricas

Puede que mañana os parezca un día cualquiera entre fiesta y fiesta. Probablemente se debe a que a) os toca trabajar y b) no sois muy de la broma. De no ser así, seguro que tendríais en mente que mañana, 28 de diciembre, es el Día de los Inocentes, un día señalado al que hay que rendirle homenaje gastando alguna broma. Pero parece que algunas compañías eléctricas se han tomado muy a pecho este día y lo celebran durante todo el año. Veamos cómo va el tema.

Visitas “a puerta fría”

Empecemos por un clásico renovado. Hasta ahora estábamos acostumbrados a que los comerciales de otras compañías eléctricas que no eran la nuestra  llamaran al timbre de casa sin previo aviso e intentaran que nos cambiáramos.

Ahora la cosa es un poco más complicada. Hay comerciales que se dedican a ir a casa de personas que ya son clientes de su compañía y tras revisar sus últimas facturas de la luz, les aseguran que van a poder reducir su coste. Lo que no dicen es que esos descuentos esconden permanencias y otras «sorpresas» que a veces no se comunican al cliente.

Por supuesto, el clásico comercial de otra compañía que viene a casa para intentar que nos cambiemos no es ni mucho menos una especie en extinción y ahora no intenta convencernos sólo con descuentos, si no que añade la promesa de una gestión rápidísima del cambio con poco menos que nuestra firma estampada en el acto, algo que luego, por supuesto, tiene matices.

 Contratos de mantenimiento y similares

En ocasiones, este tipo de comerciales llamados “agresivos” nos ofrecen, presencialmente o por teléfono, descuentos que esconden servicios de los cuales no se nos informa (o poco y mal) a la hora de contratar.

La estrella de este tipo de servicios es el contrato de mantenimiento, una cláusula que pasamos por alto al firmar pero que repercutirá directamente en el importe de nuestra factura.

En la mayoría de casos, se es consciente de este servicio a posteriori, pero suele ser demasiado tarde. Puede que no tengamos permanencia, pero este tipo de servicios suelen tener un coste anual que se paga de forma mensual, de manera que si queremos irnos tenemos que acabar de pagar el año entero. Hasta que no completemos el pago, no podemos cambiar de comercializadora eléctrica, ya que no es posible irse dejando una deuda pendiente. Se procede de la misma forma con seguros adicionales «escondidos» y añadidos de ese estilo.

Estos son algunos de los engaños más frecuentes actualmente, así que si has detectado algo similar te recomendamos que estés muy atendo y que le pidas a tu compañía la máxima transparencia posible. Si te has visto en algún caso similar o tienes dudas al respecto ya sabes, tienes los comentarios de este post, nuestro Facebook, nuestro Twitter y nuestro email para lo que necesites.